El gobierno panameño expresó este miércoles su preocupación por la separación de familias migrantes en Estados Unidos, con la retención de menores en centros de acogida, y pidió una solución integral que respete los derechos humanos.
Panamá "expresa su preocupación por la situación que viven familias centroamericanas que están siendo separadas por su condición de migrantes en los Estados Unidos, dejando a niños y adolescentes desamparados", dijo la cancillería en un comunicado.
Más de 2.000 niños han sido separados de sus padres en la frontera entre el 5 de mayo y el 9 de junio por una política migratoria de tolerancia cero, por la cual quienes ingresan clandestinamente a Estados Unidos enfrentan cargos criminales.
El departamento de Salud y Servicios Humanos estadounidense tiene bajo su cuidado 11.700 niños y menores de edad extranjeros en unos 100 albergues.
Ante ello, Panamá "hace un llamado a abordar la situación migratoria de manera integral, con acciones que garanticen la reunificación familiar de quienes están siendo afectados, y el más estricto respeto de los derechos de estas familias y en especial los niños y adolescentes", agregó el comunicado.